. Civilización: Hunos

. 1. El azote de Dios
. 2. La gran marcha
. 3. Las murallas de Constantinopla
. 4. Esponsales bárbaros
. 5. Los campos Cataláunicos
. 6. La caída de Roma




Las hordas bárbaras se ceban con el agonizante Imperio Romano. De los invasores, los hunos, y su despiadado rey, Atila, son los más peligrosos. Llegados de las estepas del mar Caspio, saqueando e incendiando todo a su paso, los hunos se han hecho tan poderosos que el Imperio Romano se ve obligado a pagar tributo a su rey. Pero Atila no se conforma y moviliza a su caballería para invadir la Galia y, finalmente, la misma Roma. ¿Nadie puede detener al bárbaro Atila?.

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Sinopsis

Atila comanda sus primeras invasiones como gobernante absoluto de los hunos.

Objetivos

• Atila debe sobrevivir.
  
• Atila debe asegurarse de que Bleda muera y regresar al campamento de los hunos. Sólo entonces podrá su pueblo luchar contra sus enemigos.
  
• Derrota a 2 de los 3 enemigos que aún tienes (los escitas, los romanos y los persas).

Dificultad: Muy fácil



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Guía

Sigamos a Bleda para enfrentarnos con su ayuda al jabalí de hierro. Tras acabar con la bestia, Bleda intentará asesinarnos. Regresemos rápidamente al campamento para que un puñado de tarcanos, que se han enterado del acto de traición, se pongan a nuestro servicio. Asesinaremos al traidor y a sus arqueros y regresaremos al campamento para ocupar posición como líder indiscutido de los hunos.

Los hunos cuentan con tres enemigos, pero dado que el objetivo de la misión establece la destrucción de sólo dos de ellos y, sumado a que los escitas son potenciales aliados, nuestros rivales en esta etapa serán los persas y el Imperio Romano de occidente. Como primera medida, avanzaremos a la edad feudal, crearemos aldeanos y los distribuiremos equitativamente en los diferentes recursos. Entre tanto, enviaremos a Atila y a sus tarcanos a la esquina inferior del mapa, donde hallaremos el asentamiento del Imperio Romano de occidente. Luego de encontrar a los prisioneros y al príncipe escita, retiraremos inmediatamente nuestras tropas de la ciudad (podemos eliminar al ejército enemigo una vez que éste se encuentre alejado de la protección de sus torres). Destruiremos con los prisioneros las empalizadas que los encarcelan y liberaremos también al príncipe escita. Posteriormente, acercaremos a Atila al campamento escita para solicitar su ayuda; serán necesarios diez caballos (que podemos conseguirlos sin muchas dificultades tras explorar el mapa) para sellar la alianza.

Cumplido este último punto, la misión se vuelve muy simple. Enviaremos a nuestros tarcanos junto a los mangudais que nos han obsequiado los escitas al campamento del Imperio Romano y destruiremos sus edificios principales para derrotarlos (incluso su castillo cae sin dificultades, puesto que aún se encuentran en la edad feudal y no cuentan con matacanes). Tras la caída del fuerte romano, los escitas enviarán tropas a asediar a los persas. Asistiremos su asedio con tarcanos y, eventualmente, nuestro enemigo restante optará por retirarse.

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Momento de hacer magia
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Consejos

• Tus prisioneros no son atacados por las torres romanas. Puedes, al liberarlos, utilizarlos para destruir los edificios enemigos. Inclusive (tras mucho tiempo) son capaces de derribar el castillo romano por su cuenta.

• Tras la muerte del último de tus mangudais, los escitas te otorgarán un nuevo batallón. Por eso, si te queda sólo uno o dos en pie, puedes acabar con ellos para volver a recibir un batallón completo.

Unidad clave: Mangudai

¡Pero los hunos no pueden crear mangudais!. Obvis (?), pero gracias al generoso regalo que nos hacen los escitas por entregarles apenas diez caballos, Atila puede contar en esta misión con estos poderosos arqueros montados. Poseen una muy buena bonificación de daño contra las armas de asedio que los mangoneles persas van a lamentar.

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Sinopsis

Comienza el período de incursiones y saqueos de los hunos sobre el Imperio Romano de oriente.

Objetivo

• Saquea las aldeas romanas. Cuando tengas recursos suficientes para construir una base de primera línea, podrás dirigir un ejército contra los romanos.

Dificultad: Fácil



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Guía

Es momento de saquear las aldeas romanas. En cada una de ellas deberemos destruir edificios, los cuales brindarán ciertas recompenzas (botines de guerra):

- Sofía: Destruir su centro urbano, otorga alimento.
- Naiso: Destruir todos sus campamentos madereros otorga madera.
- Adrianópolis: Destruir todos sus campamentos mineros otorga oro.
- Tesalónica: Destruir todas las casas otorgan aldeanos.
- Dirraquio: Acercar tus tropas a su castillo otorga soldados.

Movilizaremos las tropas hacia el sur y daremos rápidamente con la aldea de Sofía. Destruiremos su centro urbano con los tarcanos (no es mala idea matar algún que otro aldeano previamente para disminuir el daño de éste edificio). Tras su rendición, enviaremos la mitad de nuestros tarcanos hacia el este y encontraremos la aldea de Naiso; destruiremos sus campamentos madereros para apoderarnos de sus reservas de madera. Entre tanto, dirigiremos a la mitad restante de nuestros tarcanos junto a los arqueros a caballo a la aldea de Tesalónica, al suroeste de Sofía, eliminaremos su mísera resistencia, destruiremos sus casas y nos apoderaremos de sus aldeanos. Reuniremos nuestro ejército en Adrianópolis, en donde destruiremos sus campamentos mineros para obtener oro.

Con los aldeanos capturados, construiremos un centro urbano e inmediatamente un monasterio. Crearemos monjes y los enviaremos a las aldeas asediadas a convertir a los aldeanos enemigos que allí se encuentren. De forma simultánea, corresponde ocuparse de la obtención de recursos en nuestra aldea para poder empezar a crear jinetes que hagan frente a los romanos. Cuando poseamos un ejército sólido, dirigiremos nuestras tropas hacia la puerta sur de la fortificación romana y construiremos allí un castillo (la piedra podemos obtenerla comerciando en el mercado). Luego enviaremos seis aldeanos al campamento salvaje de los escitas, ubicado al centro del mapa, para apropiarnos de su recompensa: una camada de lobos de caza y un rejunte de petardos.

Asediaremos la puerta de la fortaleza y enviaremos a nuestros soldados a enfrentar a sus semejantes romanos. Esto funcionará como distracción para que los petardos se infiltren en la ciudadela y puedan destruir, sin oposición alguna, el centro urbano enemigo.

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Consejos

• Evita asesinar a los aldeanos de las aldeas asaltadas, tus monjes posteriormente pueden convertirlos.

• No es necesario asediar la aldea de Dirraquio; la recompensa que otorga su asalto no justifica una incursión por la misma.

• Puedes buscas la recompensa de las mujeres salvajes incluso cuando ya tengas un gran ejército y así sobrepasarás el límite poblacional.

• El acceso sur del fuerte romano es notablemente más vulnerable que el acceso oeste. Aprovecha para asediar este punto débil.

Unidad recomendada: Petardo

Cuentas con aquellos que te brindan las amazonas, sumados a los que puedas crear en el castillo. Mientras en grueso de tu ejército distrae al ejército romano, envía a tus petardos a por el centro urbano para finalizar rápidamente la misión.

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Sinopsis

Al mando del ejército huno, Atila marcha hacia las puertas de Constantinopla, financiando su campaña mediante el asalto de las aldeas de los alrededores y el cobro de tributo a los romanos.

Objetivo

• Consigue 10.000 unidades de oro como tributo de los romanos.

Dificultad: Moderada



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Guía

Crearemos aldeanos y los distribuiremos equitativamente en alimento y madera. Simultáneamente, formaremos nuestros primeros jinetes que nos ayudarán a resistir un inminente ataque de Marcianópolis. Contenido el asedio, enviaremos a un monje, en una breve incursión al sur, para encontrar allí una reliquia (todo lo que aporte oro, por más mínimo que sea, contribuye a la causa). Luego crearemos algunos aldeanos y los enviaremos a la península al sur de Constantinopla a minar oro (puedes ver la locación exacta en el minimapa de la imagen siguiente).

Cumplidas estas acciones elementales, iniciaremos el asedio de Marcianópolis. Enviaremos a nuestros jinetes, junto a los tarcanos que hayan quedado con vida, a destruir la puerta de acceso a su ciudad. Destruiremos sus cuarteles, para evitar que sigan produciendo hombres de armas, y sus muelles por el pago de tributo (son dos y entregarán 500 monedas de oro cada uno). Finalmente, cuando su producción de soldados y aldeanos se vea limitada, destruiremos su centro urbano para borrarlos de la faz de la tierra y conseguir el gran premio de 3000 monedas.

Si para ese entonces no hemos recolectado aún las 10.000 monedas de oro podemos asediar Filipópolis; destruir su caravana, su mercado, su centro urbano. Hay también, en las afueras de Constantinopla, un monasterio cuya destrucción también acarreará consigo el pago de tributo.

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Consejo

• Si bien es insignia en la etapa que te otorguen oro por destruir edificios enemigos, hay otras formas de obtener este preciado metal. Entre ellas se destacan el minar, el capturar reliquias (hay dos en el mapa) o el destruir caravanas. También los romanos te pagarán en oro al construir un castillo.

Unidad recomendada: Aldeano

Al sur de Constantinopla y este de Filipópolis hay oro listo para ser minado. Envía varios aldeanos a excavar y obtendrán un gran total de 4800 de oro, casi el cincuenta por ciento de lo solicitado como objetivo de la misión.

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Sinopsis

Atila cambia de planes y marcha hacia el Imperio Romano de Occidente, al cual pretende tomar como propio tras consolidar su matrimonio con Honoria.

Objetivos

• Derrota a Orleans.
  
• Derrota a Metz.
  
• Derrota a Borgoña.

Dificultad: Fácil



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Guía

Como primera medida, buscaremos con nuestros exploradores algún terreno con madera y oro cerca para instalar nuestro centro urbano. Con este edificio emplazado, iniciaremos una formación masiva de aldeanos, a los que distribuiremos en los distintos recursos. Nos centraremos plenamente en nuestra economía dado que prácticamente no recibiremos ataque alguno.

Cuando contemos con los recursos suficientes, iniciaremos la creación de jinetes desde el establo y tarcanos desde el castillo. Reuniremos un pequeño batallón y lo enviaremos al oeste, en donde nos encontraremos con el campamento borgoñón. Tras destruir su centro urbano (el cual cae rápidamente gracias a la bonificación de daño contra edificios de los tarcanos) se nos propondrá una alianza si les pagamos 500 monedas de oro y construimos un castillo en su ciudad en los siguientes diez minutos.

Metz y Orleans, por el contrario, son ciudades un poco mejor fortificadas y requeriremos de armas de asedio para derribar sus defensas sin perder muchas tropas en el proceso. Podemos combinar a nuestras unidades de caballería con trebuchets que se encarguen de la destrucción de los muros y castillos franceses. Con la caída del centro urbano de Orleans, hará su aparición el ejército romano (conformado por catafractas y campeones), al cual también deberemos exterminar para concluir con la etapa.

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Consejos

• Producto de la pasividad de los enemigos, la situación permite el centrarse plenamente en la recolección de recursos al comienzo de la misión. Puedes acelerar ese "boom" económico construyendo nuevos centros urbanos para duplicar o triplicar la velocidad de formación de aldeanos.

• Borgoña es súmamente débil. Por ello, puedes utilizar a tus exploradores para acosar a sus aldeanos y retrasar así aún más su economía.

• La alianza a establecer con los borgoñones no suele ser redituable. El pactar con ellos o destruirlos queda a libre elección.

Unidad recomendada: Paladín

Un mapa atestado de recursos, tal como tenemos en esta etapa, apremia a la creación de paladines sin pensarlo demasiado. Si bien Orleans posee algunas lanzas para contrarrestarlos, no son las suficientes para asegurar el triunfo, dado que en masa son practicamente invencibles.

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Sinopsis

En los campos cataláunicos, las tropas de Atila se enfrentan a los romanos que, comandados por Flavio Aecio, han forjado una alianza con alanos y visigodos para detener a los invasores hunos.

Objetivo

• Derrota a los romanos, alanos y visigodos.

Dificultad: Moderada



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Guía

Inicialmente, aprovechando que no recibiremos ataques de forma inminente, crearemos tres centros urbanos en forma simultánea, para acelerar la velocidad de formación de aldeanos. Partiremos del planteo de conformar una economía estable que nos permita crear unidades de forma constante.

La masiva cantidad de recursos con los que comenzamos la etapa, nos fuerza a crear edificios militares desde un primer momento; castillos y establos son prioridad para la creación inmediata de tarcanos y paladines. Reuniremos un batallón de unos veinte soldados y sitiaremos rápidamente el campamento de los alanos, ya que en un primer momento es súmamente vulnerable (cuenta con la protección de un único castillo y algunos ballesteros). Para lidiar con los visigodos, la fórmula de paladines y tarcanos sigue dando frutos; sólo debemos tomar la precaución de reunir un ejército más numeroso, puesto que ellos cuentan en su defensa con un mayor número de tropas que los alanos, además de tener un segundo castillo.

Enfrentarnos al Imperio Romano es un asunto completamente distinto: poseen mejores fortificaciones que sus aliados y su ejército, compuesto en su mayoría por catafractas, campeones y escorpiones, no es algo que deba ser subestimado. Deberemos recurrir en este caso al uso de armas de asedio que nos brinden la posibilidad de derribar sus castillos de 8000 puntos de vida. Nuestros paladines siempre deberán estar rondando a su alrededor para protegerlas de todo ataque de las catafractas romanas.

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La idea es incendiar todo a tu paso, sólo para mostrar tu estado de locura y de inconsciencia temporal.
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Consejos

• Esta misión guarda enormes semejanzas, en cuanto a diseño y objetivos, con "Esponsales bárbaros" (la anterior etapa de Atila), por lo que puedes recurrir a la misma estrategia que hayas implementado anteriormente para alcanzar la victoria.

• Tus aliados ostragodos ayudan menos que nada. No coloques en tus planes el contar con sus servicios.

• El límite poblacional en esta etapa (100 unidades) es algo limitado, lo que te obliga a hallar el balance ideal entre lo económico y lo militar. Si creas demasiados aldeanos, tu hueste no será suficiente para penetrar las defensas romanas; si creas demasiados soldados, no tendrás los recursos necesarios para recomponer tu ejército en caso de perderlo. Todo recae en encontrar un equilibrio.

Unidad recomendada: Paladín

Con los recursos de esta etapa, la creación de paladines vuelve a ser muy redituable. Puedes complementarlos con tarcanos, al momento de atacar a las tribus enemigas, y con alabarderos al momento de batallar con el ejército romano, para así contar con un arma más para hacerles frente a las catafractas.

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Sinopsis

Atila lanza su ataque definitivo sobre Roma, que se encuentra completamente desprotegida.

Objetivos

• Derrota a Milan, Padua, Verona y Aquilea para negociar con Roma.
  
• Atila debe sobrevivir.

Dificultad: Moderada



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Guía

Crearemos un buen número de aldeanos y los iremos distribuyendo en los recursos que vayamos necesitando. Madera hay en los alrededores y el alimento puede conseguirse a partir de la caza de jabalíes; además, hay minas de oro al sur de nuestra aldea y una cantera de piedra al norte. Preparándonos para los asedios iniciales de Padua y Milán, construiremos un castillo en las afueras de nuestro asentamiento e iniciaremos la creación de arqueros a caballo; unidad que nos servirá tanto a corto plazo en la defensa de nuestro campamento como a futuro en la ofensiva sobre las ciudades-estado italianas. Contenido el primer embate, enviaremos a los trebuchets junto a nuestros arqueros montados a asediar la ciudad de Milán, al sur de nuestra posición inicial. Destruiremos su castillo, penetraremos sus muros y arrasaremos con todos sus edificios, utilizando nuestras lanzapiedras, para dejarlos fuera de combate.

Para este punto, es posible que la maravilla de Padua esté concluida; la situación convierte a esta ciudad en nuestro siguiente blanco. Construiremos un castillo cerca de su ciudad (manteniendo una distancia prudente, para que los trebuchets enemigo ataquen desde fuera de la protección de sus muros) y utilizaremos nuestras propias lanzapiedras para bombardear su muralla. Abriéndonos paso a través de su ciudad, destruiremos su maravilla para librarnos del peligro que representan.

Los dos asedios restantes (Aquilea y Verona) guardan similares características. Combinaremos armas de asedio con paladines, husares, arqueros a caballo, alabarderos o cualquier otra unidad que puedan protegerlas para abrirnos paso a través de las ciudades enemigas. En algunos casos, bastará con que destruyamos su maravilla para que la ciudad asediada opte por retirarse. Cuando ya no queden rivales a los que enfrentar, enviaremos a Atila a reunirse con el Papa León.

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Bancando la parada.
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Consejos

• Al igual que en la etapa previa, cuentas inicialmente con una considerable cantidad de recursos, por lo que no es mala idea construir inicialmente un segundo centro urbano para duplicar la velocidad de producción de aldeanos.

• Ateísmo es un desarrollo obligatorio en esta etapa para prolongar una potencial victoria por maravillas de tus enemigos.

Unidad recomendada: Caballería pesada de arqueros

Son la carta para proteger a tus armas de asedio en esta misión. Si bien notarás inmediatamente su utilidad para defender trebuchets, combinados con arietes de asedio también son la peste. Su velocidad les permite alcanzar a los arqueros de Padua y eliminar a los piqueros de Aquilea sin sufrir daño alguno.

. Civilización: Españoles

. 1. Hermano contra hermano
. 2. El enemigo de mi enemigo
. 3. El exilio del Cid
. 4. La guardia negra
. 5. Rey de Valencia
. 6. Reconquista




España se encuentra dividida entre los reinos cristianos al norte y los moriscos al sur. En las yermas fronteras de Castilla, Rodrigo Díaz, el Cid, se destaca como un general inteligente y un heróico cruzado. El Cid es tan famoso entre los soldados y campesinos que el desconfiado rey de Castilla lo destierra. El Cid debe hacer causa común con sus antiguos enemigos, los moros, y luchar contra su amada Castilla. Pero en África acecha una amenaza aún más terrible: la fanática caballería bereber, deseosa de capturar lo que no han podido los moros.

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Sinopsis

El Cid, nuevo campeón del rey Sancho de Castilla, recibe la misión de capturar al rey Alfonso, de León, y llevarlo al castillo de su hermano para acordar términos de organización de la España cristiana.

Objetivos

• El Cid debe sobrevivir.
  
• Conviértete en el campeón del rey Sancho en un duelo a muerte.
  
• Asume el mando del ejército castellano para capturar al rey Alfonso, el ambicioso y maquiavélico hermano del rey Sancho. Su castillo se encuentra al noroeste, cruzando el río.

Dificultad: Muy fácil



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Guía

Seguiremos las instrucciones indicadas por el rey Sancho y combatiremos contra sus campeones que presenten pelea. Tras vencerlos, enviaremos al Cid sin escalas al santuario ubicado en el extremo izquierdo del mapa y tomaremos posesión de las reliquias. Entretanto, en rey Sancho nos entregará parte de su ejército y un puñado de aldeanos para que instalemos nuestro asentamiento. Construiremos nuestro centro urbano entre los ríos del mapa, en las afueras de la fortificación del rey Alfonso, crearemos aldeanos y los enviaremos a buscar madera y alimento (el oro se obtiene por reliquias y la piedra por comercio). Cuando poseamos los recursos suficientes, avanzaremos a la edad de los castillos.

Compraremos piedra en el mercado y la utilizaremos para construir un castillo; desde allí, crearemos entre diez y quince petardos. Construiremos además un muelle sobre el cauce el río izquierdo (al desarrollar "cartografía" puede verse que conduce a las puertas mismas del castillo de Golpejera) y crearemos cuatro o cinco barcos de trasporte. Con ésto cumplido, subiremos los petardos a nuestros transportes, dejando alguno de ellos vacío para que funcione como blanco del castillo enemigo (no olvidar colocarlos por delante de los barcos tripulados). Desembarcaremos los petardos en tierras enemigas y destruiremos con ellos rápidamente su castillo para que el rey Alfonso quede bajo nuestro poder. Corresponde enviarlo ahora, junto al Cid, al castillo del rey Sancho para concluir con la misión.

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Consejos

• Tras convertirte en el campeón del rey Sancho (no esperes ni siquiera a que te otorguen tu ejército), envía al Cid al santuario ubicado en el extremo izquierdo del mapa. Un minuto que te demores y el rey Alfonso se habrá llevado todas las reliquias.

• La abundancia de oro en esta misión (producto de las reliquias capturadas) vuelve imperiosa la construcción de un mercado, gracias al cual no habrá necesidad de tocar una cantera de piedra.

• Cuando transportes a tus unidades a través del río, crea también galeras o barcos de transporte vacíos que sirvan como distracción, de modo que el castillo y las torres enemigas no ataquen a tus navíos tripulados.

Unidad recomendada: Petardo

Ocho es el número de petardos necesarios para derribar el castillo del rey Alfonso. Sin embargo, envía siempre algunos más para que suplan cualquier imprevisto que ocurra.

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Sinopsis

El Cid, por orden del rey Alfonso, marcha hacia Toledo para apaciguar el conflicto entre cristianos y moros, además de para anexar dicho territorio a los dominios de su monarca.

Objetivos

• El Cid debe sobrevivir.
  
• Encuentra el modo de detener la rebelión de Toledo.
  
• El Cid debe encontrarse con el Imán, que le indicará como acabar con la rebelión de Toledo.

Dificultad: Fácil



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Guía

Empezaremos por construir un centro urbano cerca de la locación inicial. Pese a encontrarnos en pleno desierto, allí habrá todos los recursos necesarios para superar la etapa: alimento en ovejas al este, una mina de oro al oeste, madera en los alrededores y un mercado de Mutamid para comerciar. Entre tanto, enviaremos al Cid al noreste, hasta dar con un lago. Un barco de transporte que allí encontraremos nos llevará a un islote en donde hallaremos al Iman, un religioso musulmán que asegura que puede calmar la rebelión en Toledo de contar con las cuatro reliquias que se encuentran en la ciudad. Ese será el gran objetivo de la etapa.

Concentraremos de momento nuestra atención en el crecimiento de la economía y no en la creación de soldados; el ejército inicial es más que apto para detener todo asedio a nuestro asentamiento. Requeriremos de piedra para construir un castillo. Podemos conseguir este recurso en una cantera al sur (revelada por Mutamid) o comerciando en el mercado (mucho más rápido y sencillo). Con la construcción de este edificio concluida, empezaremos la creación de conquistadores.

Mientras formamos nuestra tropa, seleccionaremos a los jinetes y espadachines iniciales, los enviaremos (por el centro del mapa) a través del camino que indica "entrada sur a Toledo" y destruiremos las cuatro torres de vigilancia enemigas que lo protegen. Finalizada la creación de conquistadores, los adentraremos en la ciudad de Toledo por medio del camino previamente liberado y eliminaremos a toda unidad que allí encontremos. Sumaremos a ellos aldeanos para que construyan un taller de maquinaria de asedio dentro de la ciudad y crearemos desde allí arietes para que destruyan los edificios militares enemigos.

Con el terreno asegurado es solo cuestión de avanzar. La primera reliquia la encontraremos en manos de un monje enemigo, encerrado en una empalizada. Las reliquias 2 y 3 están dentro de monasterios enemigos, en el corazón mismo de Toledo (hay que destruir templos para apropiarnos de las mismas). La última reliquia se encuentra en la esquina inferior del mapa. Está protegida por un castillo, así que enviaremos arietes para derrumbarlo. Finalmente, transportaremos los cuatro monjes con reliquia a la isla del Iman y las depositaremos a las mismas dentro de su monasterio.

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Consejos

• La entrada sur de Toledo (al centro del mapa) es notablemente más vulnerable que los restantes accesos a la ciudad. Una vez que destruyas las torres que lo protegen, ingresarás en Toledo incluso sin pedir permiso.

• Transporta las cuatro reliquias al Imán de forma simultánea. No sólo evitarás así a la defensa sarracena del lago, sino que también podrás beneficiarte del oro adicional que las mismas otorgan estando en tu monasterio.

Unidad recomendada: Conquistador

Tanto cristianos como sarracenos cuentan con unidades de infantería que la pasan terrible frente al "hit and run" de esta unidad. Conviene acompañarlos con arietes que suplan la falta de daño a edificios propia de los conquistadores.

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Sinopsis

Tras ser desterrado por el rey Alfonso, el Cid se pone a servicio de Mutamid, en la ciudad de Zaragoza, que le pide ayuda para lidiar con el conde Berenguer.

Objetivos

• El Cid debe sobrevivir.
  
• El Cid debe encontrar una nueva ciudad donde vivir y un señor al que servir.

Dificultad: Fácil



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Guía

El Cid ha sido exiliado. Por ello, nos dirigiremos hacia el establo, montaremos en Bavieca y nos marcharemos, por la puerta a la derecha, de los dominios del rey Alfonso. Inmediatamente después de abandonar la fortificación, encontraremos a un fiel grupo de soldados dispuestos a seguirnos y no muy lejos de allí, luego de una breve escaramuza con tropas españolas, haremos contacto con algunos camellos de Mutamid que le ofrecerán al Cid la posibilidad de ponerse al servicio del señor de Zaragoza. El camino a dicha ciudad está custodiado por un castillo del rey Alfonso; para poder llegar a destino deberemos destruirlo. Dirigiremos nuestras tropas hacia la esquina inferior del mapa y daremos con una pequeña base militar. Crearemos desde allí arietes y algunos jinetes para protegerlos; luego enviaremos a este ejército a lidiar con la construcción que obstruye nuestro paso. Con la destrucción de su castillo (bastante simple, puesto que no ha desarrollado aún matacanes) el rey Alfonso nos propondrá una tregua y tendremos así paso seguro hacia Zaragoza.

Al llegar encontraremos una ciudad asediada. Mutamid nos pide ayuda urgente y solicita que destruyamos el taller de maquinaria de asedio enemigo, al norte de Zaragoza, para apaciguar la frecuencia de sus ataques. Tras cumplir este recado, pondrá a nuestra disposición algunos aldeanos y nos sugerirá construir un asentamiento al noroeste de su ciudad (allí encontraremos madera, oro y piedra).

Construiremos un centro urbano y comenzaremos a estabilizar nuestra economía (crearemos solo aldeanos, nuestros soldados iniciales son suficientes para contener cualquier asedio inicial del conde Berenger). Nos ocuparemos especialmente por conseguir la piedra necesaria para cimentar un castillo; luego de finalizar su construcción, crearemos desde allí mamelucos. Complementaremos a los mismo con armas de asedio (de encontrarnos en la edad Imperial, podemos crear trebuchets).

Ahora es nuestro momento de proponer un ataque. Utilizaremos a nuestras armas de asedio para destruir los edificios del conde Berenguer y a los mamelucos, en posición defensiva, para proteger a las mismas. Avanzaremos poco a poco hasta adentrarnos en el corazón de su ciudad. Destruiremos su centro urbano, así como sus demás edificios importantes (castillo, establos, monasterios). Con su ciudad en ruinas, nuestro enemigo optará por retirarse.

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Consejos

• La misión no cuenta con objetivos de alto grado de dificultad y no demanda la creación de un ejército excesivamente poderoso. Puedes proponerte superar la etapa incluso sin avanzar a la edad Imperial.

• El conde Berenguer cuenta con muchos monjes. Si bien no es una mejora barata, considera el desarrollar "herejía" para contrarestarlos.

Unidad recomendada: Mameluco

Ponerte al servicio de Mutamid conlleva que adoptes el árbol tecnológico sarraceno y, con ello, a sus mamelucos. Poseen bonificación de daño contra los jinetes de Berenguer, mientras que sus espadachines y piqueros no deberían siquiera poder acercarse (siempre que movilices a tus mamelucos correctamente). Lo único que puede ponerte en aprietos es la masiva cantidad de monjes enemigos, algo que dejará de ser problema una vez que derribes su monasterio.

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Sinopsis

El Cid debe acudir en auxilio del rey Alfonso, que se ve en apuros ante las tropas de Yusuf.

Objetivos

• Sigue al jinete para rescatar al rey Alfonso.
  
• El Cid debe sobrevivir.
  
• El rey Alfonso debe sobrevivir.

Dificultad: Difícil



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Guía

Seguiremos al jinete para llegar al sitio en donde el rey Alfonso se enfrenta a las tropas de Yusuf. Como el combate no puede ganarse, Alfonso propondrá retirarse a un campamento en las cercanías del lugar. Luego de llegar y tomar posesión del mismo, crearemos aldeanos y los distribuiremos en distintas tareas. Notaremos rápidamente que dentro de nuestros muros los recursos son muy escasos; por ello, enviaremos aldeanos al suroeste del campamento y nos cerraremos con muralla (podemos incluso construir un castillo de ser frecuentemente asediados). Encontraremos allí alimento y madera, necesarios para empezar a pensar en el crecimiento de nuestra economía. Al reunir los recursos suficientes, avanzaremos a la edad imperial.

Ahora es momento de concentrarnos en el objetivo de la misión: la destrucción de los muelles de la Guardia N.e.g.r.a. Las pistas de la etapa mencionan un terreno, entre los asentamientos de la Guardia N.e.g.r.a y de Yusuf, que es "tierra de nadie" y que puede ser un lugar oportuno desde el cual iniciar los asedios. Por lo tanto, enviaremos allí aldeanos (puede verse la ubicación en el minimapa de la imagen siguiente) y edificaremos, primero, un castillo y luego varios muelles. Contendremos los asedios enemigos con ejército propio (teniendo especial cuidado con sus trebuchets) al tiempo en que construiremos brulotes en nuestros muelles. Una vez que hayamos asegurado el mar, crearemos galeones artillados para destruir los muelles de la Guardia N.e.g.r.a y ponerle así un freno a las invasiones de Yusuf.

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Tierra de nadie
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Consejos

• Contar con piedra es vital en esta misión (los castillos lo requieren) pero las canteras no abundan en lo absoluto. Ante esta situación, revisa constantemente tu mercado y aprovecha toda posibilidad de comprar piedra a un precio accesible.

• Para no ser menos, en esta etapa también escasea el oro, por lo que no conviene malgastarlo. Si necesitas crear un ejército en tierra, decántate por piqueros y guerrilleros de élite, que contrarrestan bastante bien a las tropas selyúcidas sin necesidad de gastar oro.

• No olvides desarrollar "Matacanes": un castillo sin matacanes es como una milanesa sin pan rayado (?).

• La misión cuenta con dos opcionales: convertir la mezquita de la Guardia N.e.g.r.a para recibir bonificaciones gratuitas de monasterio, y destruir sus barcos de transporte para limitar la llegada de refuerzos de Yusuf. Ninguno de los mismos es de imperioso cumplimiento, pero conviene tenerlos en cuenta para simplificar la misión.

Unidad recomendada: Galeón artillado

Su rango de disparo lo mantiene lejos de torres y castillos y le permite poder destruir muelles sin arriesgarse demasiado. Sólo debes cuidarlo de los galeones y buques de demolición enemigo, cometido que un grupo de brulotes puede desempeñar sin dificultad.

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Sinopsis

Nuevamente exiliado, el Cid y sus seguidores marchan hacia Valencia, donde esperan encontrar un lugar en el cual asentarse.

Objetivos

• El Cid debe sobrevivir.
  
• El Cid debe encontrar de nuevo una ciudad donde vivir.

Dificultad: Muy fácil



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Guía

Dirigiremos al Cid al este y nos encontraremos (previa eliminación de tres espadachines españoles) con el asentamiento de Denia; allí, algunos aldeanos y soldados se unirán a nuestra causa. Seleccionaremos nuestras unidades y las dirigiremos inmediatamente hacia el sur: la ciudad está por ser asediada y no hay nada que las tropas del Cid puedan hacer para impedirlo. Siguiendo el sendero marcado (y enfrentando a los soldados del conde de Berenguer que se crucen en nuestro camino) llegaremos a Lérida, en donde encontraremos más aldeanos y soldados (jinetes y camellos) que pelearán por el Cid. Al dirigir a nuestras tropas hacia el norte, tomaremos posesión de Valencia.

Ahora es momento de proteger la maravilla aliada. Asignaremos inicialmente a nuestros aldeanos tareas de recolección de alimento (para crear más aldeanos) y piedra (para la inmediata construcción de castillos y torres). Habiendo edificado una defensa estable alrededor de la maravilla valenciana (similar a la que puede apreciarse en la imagen siguiente) comenzaremos la formación de jinetes desde los establos al sur de la ciudad. Nuestra estrategia consistiría en jugar defensivo, esperando la finalización de la maravilla (que nos dará el triunfo en la etapa), sacando a nuestras tropas fuera de los muros sólo cuando sea necesario destruir trebuchets o cañones de asedio enemigos.

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Consejos

• Dentro de los muros de Valencia los recursos son muy escasos, pero no es menos de lo que necesitarás para ultimar la etapa. La clave en esta misión no está en fundar una economía de niveles colosales, sino en centrar toda tu atención en la defensa de tu ciudad.

• Al oeste de Valencia, un par de misioneros estarán dispuestos a seguir al Cid. Pueden resultarte muy útiles para convertir a las poderosas unidades del conde Berenguer.

Unidad recomendada: Jinete

El mayor peligro del conde son sus armas de asedio; los jinetes pueden llegar a ellas fácilmente. Dado que dentro de los muros de Valencia contamos con una buena reserva de oro, su formación no debería implicar ningún tipo de problema.

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Sinopsis

Aún sin el Cid, Valencia debe seguir combatiendo para poder contener las invasiones de Yusuf.

Objetivos

• Derrota a los tres ejércitos de Yusuf para que Valencia continúe siendo una ciudad libre.
  
• El cuerpo del Cid (cerca del castillo) no debe sufrir daño alguno pues la gente de Valencia no deben saber que han perdido a su señor.

Dificultad: Fácil



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Guía

Nuestros primer enemigo a destruir es el ejército de la Guardia Negra el cual, al lanzar ataques contra Valencia, ha dejado desprotegido su propio campamento. Por ello, aprovecharemos esta situación y enviaremos a nuestros espadachines, caballeros y arietes (que se encuentran en la zona superior de nuestra ciudad) al norte; allí eliminaremos rápidamente a sus arqueros a caballo y destruiremos sus edificios militares. Cumplido este objetivo, reorganizaremos nuestro ejército y lo comandaremos hacia el sur, hacia su segundo asentamiento. Al destruir su castillo habremos acabado con la amenaza que representan.

Simultaneamente prepararemos nuestra economía. Dentro de los muros de Valencia hay recursos más que suficientes para preparar un primer ejército y tras destruir al ejército de la Guardia Negra podremos colocar campamentos fuera de la ciudad para la recolección de madera y oro. Con los recursos que logremos acumular, crearemos nuestro ejército para atacar la base de la armada de la Guardia Negra por tierra (recomendaría para ello paladines, conquistadores o alabarderos). Su campamento no cuenta con una conveniente línea defensiva y caerá sin muchas dificultades. Así nos habremos cargado a nuestro segundo enemigo.

Lidiar con Yusuf es un tema un poco más complicado. Para ello, como primera medida, deberemos encargarnos de sus tan molestas (y ridículamente poderosas) torres que defienden el acceso a sus costas. Habiendo eliminado esta resistencia, utilizaremos a los galeones artillados para destruir primero sus muelles y luego todo edificio que entre en su radio de alcance. Para eliminarlos por completo, desembarcaremos algunos aldeanos y construiremos en tierras enemigas una base militar. Desde allí, entrenaremos a las tropas que pondrán fin a las intenciones de Yusuf en Valencia.

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Daño hay de sobra.
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Consejos

• Si bien el objetivo de la misión enuncia que el Cid no debe recibir daño alguno, lo que hay que evitar es que sea asesinado otra vez. Cuentas con un castillo frente a él que bastará para detener a quien pretenda perturbar su último lugar de morada.

• Todos tus enemigos utilizan camellos y arqueros a caballo, una combinación que resulta bastante dificil de enfrentar. A tu favor, cuentas con recursos de sobra para crear un batallón invencible de paladines que arrasarán con todo a su paso, independientemente de ser efectivos o no contra esas unidades en particular.

Unidad recomendada: Galeón artillado de élite

Estos barcos siempre son una pesadilla. Aquí te servirán para destruir toda la línea defensiva de Yusuf, la cual, construida sobre la margen del mar, resulta vulnerable al bombardeo de la artillería naval española.

. Civilización: Aztecas

. 1. Reinado sangriento
. 2. La triple alianza
. 3. Quetzalcóatl
. 4. La noche triste
. 5. El lago en ebullición
. 6. Lanzas rotas




Siglos de conquista han hecho de los Aztecas el imperio más poderoso de América Central. Pero cuando a orillas del Caribe aparecen tropas extranjeras, Moctezuma, su emperador, no sabe si son conquistadores... o dioses. ¿Podrá un imperio de guerreros con lanzas de obsidiana y armaduras de algodón detener a los invasores con armaduras metálicas y armas de fuego? ¿Continuará la ciudad-isla azteca de Tenochtitlán la conquista de las Américas o se desmonará a los pies de los conquistadores?.

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Sinopsis

Cuauhtémoc contempla un presagio en el cielo, que es interpretado por los sacerdotes aztecas como el regreso de Quetzalcóatl. Para preparar su llegada, se deben recuperar y proteger los santuarios consagrados a su nombre.

Objetivos

• Captura los cuatro santuarios (monasterios) consagrados a Quetzalcóatl.
  
• Sitúa una reliquia en cada uno de los santuarios (monasterios).

Dificultad: Fácil



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Guía

Eliminaremos, como primera medida, a los jaguares que se acercan a nuestro asentamiento utilizando a los guerreros águila o guareciendo a los aldeanos dentro del centro urbano. Cumplido este simple recado, comenzaremos la misión. Nuestra aldea se encuentra muy bien localizada: recursos abundan por la zona y sólo cuenta con dos accesos, fáciles de defender. Por ello, enviaremos a un aldeano lo antes posible a cerrar estos accesos con muralla y colocaremos alguna torre de guardia tras las mismas. Con las defensas asentadas, crearemos aldeanos en cantidad y los distribuiremos en distintas tareas, priorizando la obtención de madera que será necesaria para la creación de granjas y la futura formación de arqueros.

Acumularemos los recursos suficientes para avanzar a la edad de los castillos. Inmersos en la misma, mejoraremos nuestros arqueros y guerrilleros (también desde la herrería) y comenzaremos a formar un ejército, creando estas unidades de rango. Con la tropa consolidada, capturaremos los dos santuarios a la izquierda de la aldea y los protegeremos con muros y torres. Sólo luego de asegurarnos que nada ni nadie podrá atravesar las defensas recientemente establecidas, enfilaremos nuestro ejército, junto a un aldeano, al asentamiento de los xochimilcas. Construiremos un castillo en el acceso de su aldea para debilitar a sus tropas y, tras esto, enviaremos a un aldeano a construir un muelle en el río ubicado sobre la margen izquierda del mapa. Transportaremos algunos ballesteros con un barco hacia la orilla enfrente, eliminaremos a los jaguares que se crucen en nuetro camino, capturaremos el santuario y depositaremos en el mismo la reliquia que allí se encuentra.

Para capturar el último templo deberemos lidiar con la aldea de Tepanaca. El santuario está protegido por un puñado de arqueros y guerrilleros enemigos, más algunos guerreros águila que se suman una vez que el edificio ha sido capturado (siempre que llevemos tropas suficientes, no son un problema mayor). Depositaremos aquí la última reliquia para finalizar la etapa.

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Consejos

• Al inicio de la etapa, concentra tu atención únicamente en el crecimiento de tu economía y en la fortificación de tus defensas. Simples muros de piedra bastan para volver a tu ciudad totalmente invulnerable.

• Captura los santuarios sólo cuando estés seguro de que puedes protegerlos.

• La protección de los templos abarca sólo a tus dos santuarios más cercanos; aquel del extremo izquierdo del mapa no será asediado por los enemigos y el localizado en la aldea Tepanaca, por ser el último en ser capturado, no necesitará ser protegido.

Unidades recomendadas:

Ballestero
Necesarios para contrarrestar a la infantería de Xochimilco y Tlatiluco. En la edad feudal (cuando aún son arqueros) colaboran con tus torres en la protección de tus murallas.


Guerrillero de élite
La opción para combatir contra los arqueros emplumados de Tepanaca, por tratarse de la unidad con mejor armadura antiperforante de los aztecas. Combinados con los ballesteros, son imbatibles en esta etapa.

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Sinopsis

Moctezuma demanda la colaboración de sus aliados de Tlacopán y Texcoco, miembros de la triple alianza, en la destrucción del asentamiento de Tlaxcala, enemigos de los aztecas.

Objetivos

• Lleva la declaración de guerra al centro urbano de Texcoco.
  
• Lleva la declaración de guerra al centro urbano de Tlacopán.

Dificultad: Fácil



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Guía

Enviaremos dos exploradores águila a la aldea de Tlacopán y dos a la aldea de Texcoco para entregar el mensaje a nuestros aliados. Al cumplir este recado, enviarán cuatro aldeanos desde la capital azteca con los cuales podremos construir un centro urbano para asentarnos en esas tierras. Resulta buen lugar para su emplazamiento el terreno entre los bosques ubicado al sur de la aldea de Texcoco; encontraremos allí alimento y oro cerca, además de una ilimitada cantidad de madera.

Concentraremos nuetra atención puramente en el desarrollo de la economía, puesto que no seremos el blanco inicial de los ataques de Tlaxcala. Avanzaremos de edad en cuanto podamos y construiremos rápidamente un castillo. Desde el mismo, formaremos un buen número de guerreros jaguares y, acompañados por un ariete o un grupo de petardos, enviaremos a este batallón al templo de Tláloc (a la derecha de la aldea de Tlacopán). Destruiremos sus puertas y torres para posteriormente recibir la bendición del dios azteca de la lluvia.

Ahora es momento de lanzar el ataque sobre nuestros enemigos. Respaldaremos a nuestros jaguares mejorados con petardos, localizaremos los centros urbanos de Tlaxcala (ubicados en su mayoría en la retaguardia de su ciudad) y utilizaremos nuestros petardos para hacerlos volar. Con la destrucción de este enemigo, Tlacopán y Texcoco traicionarán a los aztecas y cambiarán la diplomacia para con nosotros. Construiremos castillos y torres en su ciudad (puede hacerse mientras aún son aliados) y asediaremos sus edificios con petardos para forzarlos a retirarse.

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Consejos

• Tlacopán y Texcoco te traicionarán sin dudarlo luego de la eliminación de su común enemigo (spoiler alert). Anticípate a los hechos y construye castillos en la cercanía de sus centros urbanos para ganar fuerzas en su territorio y forzarlos a retirarse. Puedes incluso cargar petardos en tus castillos (formando verdaderos "castillos bomba") y desencadenarlos sobre los edificios enemigos con el cambio en la diplomacia.

• Si bien el opcional enuncia sólo a diez guerreros, Tláloc convertirá en superjaguares (?) a todos aquellos que se acerquen en ese momento a su templo. Por lo tanto, espera a reunir un buen número de jaguares antes de enviarlos a recibir su bendición.

• Es imperativo que desarrolles "herejía" en el templo; lo peor que te puede ocurrir en esta etapa es que tus guerreros jaguares con 450 puntos de vida se pasen al bando contrario.

Unidad recomendada: Guerrero jaguar

No sólo por la bonificación de daño contra infantería (que tanto Tlaxcala como Tlacopán tienen y en cantidad) sino también por la bendición que nos otorgan en el templo de Tláloc. Como punto inconveniente, al no poder avanzar a la edad imperial, no contamos con "Guerras florales", pero es un desarrollo bastante irrelevante cuando contamos con guerreros jaguares de 450 puntos de vida.

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Sinopsis

Los aztecas se enfrentan a sus antiguos enemigos: los traxcaltecas. Las intenciones de los recién llegados, al mando de Cortes, aún son impredecibles.

Objetivo

• Derrota a los tlaxcaltecas.

Dificultad: Difícil



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Guía

Empiezaremos por recolectar alimento de las granjas y comenzaremos una creación continua de aldeanos desde el centro urbano. Es imperativo que cerremos con muralla lo antes posible los accesos a la ciudad (son cuatro). Otro punto que requiere de nuestra atención inmediata es el oro: lo necesitaremos en exceso durante el transcurso de esta misión y las minas dentro de nuestras tierras son bastante escasas. Por ello, enviaremos aldeanos a trabajar en la mina de oro que se encuentra por detrás de la cadena montañosa ubicada en el centro del mapa. Deberemos cerrar aquí también los accesos para que nuestros mineros no sufran del acoso de los soldados enemigos. La siguiente cuestión a tratar es el poblado de Tabasco: debemos familiarizarnos con el hecho de que no podremos salvarlos. En lugar de gastar recursos en la formación de soldados que sirvan de refuerzo para defender una causa que esta perdida, aprovecharemos el valioso tiempo que nos brindan para levantar una sólida línea defensiva.

Con la caída de Tabasco se propone un opcional para derrotar a Cortes: la captura de veinte de sus caballos. El mejor acceso a su aldea para cumplir con este cometido es el que se encuentra más al sur. Si bien está protegido por muralla, es el más cercano a sus corrales y provee una fuga segura para las bestias de Cortes. El número de caballos es bastante limitado, por lo que debemos priorizar el sacrificar a nuetras unidades si eso implica poder mantener a los animales con vida.

Con los españoles en retirada, será turno de encargarse de los tlaxcaltecas. Construiremos un castillo en las cercanías de su ciudad y crearemos arbalestas y armas de asedio para sitiarla (trebuchets o arietes de asedio). Con esto cumplido, la caída de nuestros enemigos prehispánicos será sólo cuestión de tiempo.

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Consejos

• Las reservas de oro ubicadas en el centro del mapa son vitales para el éxito de la misión. Emplea todos los recursos que consideres necesarios para proteger ese territorio.

• Si bien posees un menor repertorio de unidades que los españoles (en lo particular, creo que vas a odiar a sus cañones de asedio), las mejoras a tus guerreros pueden compensar ese déficit. La armería azteca cuenta con los mejores desarrollos para tu infantería y arqueros y las "guerras florales", en el castillo, sembrarán el miedo en los españoles en más de una ocasión. No pierdas de vista estos desarrollos.

Unidades recomendadas:

Guerrero águila de élite
La mayoría de las unidades aztecas la pasa terrible contra los conquistadores de Cortes; no tanto el guerrero águila. Su velocidad de movimiento está a la par de los caballos y en grupo pueden cercenar rápidamente incluso a un jinete. Además, cuentan con resistencia a la conversión que inutilizan a los misioneros españoles.

Arbalesta
La opción contra las unidades de Tlaxcala; un ejército compuesto por ballesteros, petardos y monjes no le puede dar pelea a los arqueros de élite aztecas.

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Sinopsis

Los aztecas se proponen reconquistar Tenochtitlán, antigua capital de su imperio, que ahora se encuentra bajo dominio español.

Objetivo

• Destruye la maravilla española para acabar con su influencia en Tenochtitlán.

Dificultad: Moderada



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Guía

Comenzaremos la etapa con un único guerrero jaguar. Lo dirigiremos al sur y daremos inmediatamente con un guerrero águila. Veremos un par de barcos de transporte protegidos por un pequeño destacamento de Tlaxcala: es una batalla que aún no podemos ganar. Por ello, enviaremos a nuestro explorador hacia el este para hallar a un pequeño grupo de soldados que se unirán a la reconquista de Tenochtitlán. Ahora sí, con este nuevo ejército, eliminaremos a la resistencia enemiga para poder apropiarnos de sus transportes. Desembarcaremos en la costa oeste, asesinaremos a los guardias españoles, lanzaremos a los jaguares sobre el monje tlaxcalteca y nos reuniremos con un nuevo grupo de guerreros. Con ellos, atravezaremos la pequeña aldea enemiga para liberar a un último grupo de prisioneros. Dirigiremos todas nuestras tropas hacia los muelles de Tenochtitlán, capturaremos los barcos de transporte que allí se encuentran y los enfilaremos hacia el este, al terreno marcado en el mapa.

Al llegar, encontraremos un santuario y unos monjes aztecas que se pondrán inmediatamente a nuestro servicio. Con ellos (respaldados por un ejército) convertiremos a un aldeano español (el lugar en donde esto puede realizarse también se señaliza en el mapa) y lo enviaremos a nuestro campamento para construir un centro urbano. Cumplido este objetivo, replegaremos a las tropas para que protejan los accesos de nuestra aldea.

Crearemos muchos aldeanos para que se encarguen de la recolección de recursos (especialmente madera y oro) y enviaremos a algunos otros a construir edificios militares (son importantes en esta etapa las galerías de tiro con arco, el castillo y la herrería). Al contar con los recursos suficientes, iniciaremos la creación de arbalestas y trebuchets.

Cuando poseamos un ejército consolidado lanzaremos un ataque contra Tenochtitlán. Nos abriremos paso con los trebuchets y mantendremos a las arbalestas en posición para que acaben con los piqueros, los conquistadores, los misioneros y (con mucho recaudo) con los onagros españoles. Avanzaremos en dirección hacia la maravilla hasta que podamos colocar a nuestras lanzapiedras en rango de disparo sin sufrir daño alguno.

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Consejos

• Los galeones artillados españoles pueden ser una piedra en el zapato a la hora de edificar tu campamento. No corras riesgos y construye tus edificios alejados de la costa.

• Al momento de asediar Tenochtitlán, puedes incluso llevar aldeanos para que edifiquen allí galerías de tiro con arco y poder mantener así una producción constante de arqueros en tierras enemigas.

Unidad recomendada: Trebuchet

La maravilla está rodeada por múltiples castillos que la protegen de un ataque con soldados, pero que no pueden resguardarla del asedio de una lanzapiedras. Es una buena opción el proteger tus armas de asedio con arbalestas, más teniendo en cuenta la cantidad de conquistadores y misioneros que Cortés tiene entre sus líneas. Solo ten mucho cuidado de los onagros españoles.

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Sinopsis

Los españoles y los tlaxcaltecas se encuentran en franca retirada. Cuauhtemoc se propone perseguirlos a través del lago Texcoco para que no vuelvan a poner un pie en Tenochtitlán.

Objetivo

• Derrota a los tlaxcaltecas y a los españoles.

Dificultad: Moderada



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Guía

Nuestras tropas deben persiguir a los invasores, en retirada hacia el norte, hasta que no quede ninguno de ellos. Mientras llevamos a cabo dicha cacería, encontraremos dos corrales con caballos y dos carretas mercantes que, al llevarlos a nuestro campamento, convertiremos en tarcanos y cañones de asedio respectivamente.

Contamos con dos asentamientos (uno militar al este y uno urbano en el centro del mapa) pero la mayor parte de los recursos se encuentran al oeste, en dominios protegidos por torres de vigilancia propias. Por lo mismo, crearemos aldeanos y los dirigiremos a dicho territorio, en donde construiremos un centro urbano adicional e iniciaremos una recolección masiva de recursos. Llevaremos aquí también lo que haya sobrevivido de nuestro ejército para que protejan nuestra economía.

Con nuestro primer rejunte de madera y oro, iniciaremos con la creación de brulotes para dominar desde un principio la totalidad del lago. Siendo amos y señores del Texcoco, avanzaremos con trebuchets (resguardados por los brulotes) sobre las torres de bombardeo españolas, aquellas que funcionan como primera línea defensiva de sus muelles (hay cuatro sobre un islote que resultan particularmente molestas). Sin el amparo de sus torres, los muelles españoles y tlaxcaltecas son sumamente vulnerables. Con su destrucción, eliminaremos todo peligro de un asedio por mar.

Controlada esta amenaza, iniciaremos la formación de unidades para atacar por tierra. Los trebuchets siguen siendo de preferencia para destruir edificios, mientras que los arbalesta son una buena opción para protegerlos (eficaces contra la infantería enemiga, además de vencer en rango a los conquistadores españoles). Avanzaremos destruyendo los edificios a nuestro paso con las lanzapiedras, al tiempo que mantenemos a nuestros arqueros a su alrededor. Poco a poco nos adentraremos al corazón de la base enemiga, que nada podrá hacer para detener una acometida de este calibre.

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La destrucción de los muelles españoles es un momento de quiebre en la etapa. Si buscas una victoria rápida, intenta no posponerlo demasiado.
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Consejos

• El mapa es enorme y el movilizar a tus tropas de un extremo al otro demora una eternidad. Por ello, deberás anticipar algunos de los movimientos enemigos; un ataque por sorpresa sin nadie cerca para proteger tu campamento puede costarte muy caro.

• Dentro del opcional de la etapa, existe un "bug" que omite la creación de ciertas unidades cuando ingresas simultáneamente muchos caballos o carretas mercantes a la zona marcada con banderas. Por ello, cada vez que captures nuevas unidades, hazlas entrar de a una a la vez.

Unidades recomendadas:

Brulote rápido
Es imperativo controlar el Texcoco si no quieres sufrir constantes asedios en tu economía. Los brulotes siempre han destacado por poder ganarles el mano a mano a cualquier tipo de navío, inclusive a los letales galeones artillados españoles.

Trebuchet
Los españoles están protegidos por numerosas de torres de bombardeo, las cuales deberás destruir inicialmente si quieres adentrarte en su fortificación. Si puedes protegerlos del ataque de los invasores, los trebuchets desempeñarán esta función mejor que nadie. A fin de cumplir este objetivo, los cañones de asedio que puedas crear con la pólvora robada también te resultarán sumamente últiles.

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Sinopsis

Cortés se propone recuperar el control sobre la ciudad de Tenochtitlán, recientemente recuperada por los aztecas, que harán lo imposible por conservarla.

Objetivo

• Derrota a los tlaxcaltecas y al ejército y armada españoles.

Dificultad: Difícil


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Guía

El asedio a Tenotchitlán es inminente; las tropas tlaxcaltecas vienen cruzando el Texcoco por medio del puente sur. Ante este panorama, crearemos ballesteros (útiles contra los jaguares de Tlaxcala) y guerreros jaguares (efectivos frente a los guerreros águila) y los reuniremos en el acceso sur de la ciudad para combatir. Contenida la avanzada rival, destinaremos esta parte de la etapa a la creación de aldeanos desde los tres centros urbanos que tenemos disponibles. Simultaneamente construiremos edificación defensiva en los accesos a Tenotchitlán. Sólo una vez que contemos con una economía estabilizada y una fortificación invulnerable, lanzaremos el primer ataque sobre nuestros enemigos.

Para enfrentarnos a Tlaxcala deberemos reunir un buen número de guerreros jaguares y algunos trebuchets. Los enviaremos, a través del puente sur, a destruir los cuarteles de Tlaxcala y desde allí hacia el este, en donde encontraremos el resto de su urbe. Asediaremos sus edificios con nuestras armas de asedio (buscando principalmente sus castillos, cuarteles y centros urbanos) al tiempo en que nuestros jaguares las protegen de los soldados enemigos. Tras su rendición, devolveremos nuestras tropas a Tenotchitlán. El ejército de Cortés es nuestro siguiente objetivo. Cruzando el puente oeste de la ciudad, posicionaremos defensivamente a un batallón de piqueros (efectivos contra los paladines y conquistadores españoles) y sitiaremos su centro urbano con nuestros trebuchets. Si con su destrucción aún no se retiraron, movilizaremos nuestro ejército hacia el suroeste y arrasaremos con el resto de su campamento.

Desbaratar los planes de la armada de Cortés es un poco más complicado. Para ello, deberemos primero tomar control sobre el lago; esto lo haremos con brulotes rápidos. Una vez que hayamos eliminado el peligro que representan sus galeones, desembarcaremos (lejos del corazón de su base) parte de nuestro ejército y destruiremos algunas de sus torres de bombardeo que protegen las costas. Habiendo asegurado el terreno, edificaremos cuarteles, galerías de tiro y castillos en cantidad e iniciaremos una formación masiva de guerreros. Luego de que derroten en combate a las tropas de Cortés, los dirigiremos hacia el centro urbano enemigo. Su destrucción nos asegurará la victoria de la etapa.

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Barcos coreanos en el Texcoco. ¿Kha?.
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Consejos

• El límite poblacional es extremadamente restringido y te obliga a enfrentar a tus enemigos uno a la vez.

• Una isla al norte de Tenotchitlán alberga una importante reserva de oro a la que puedes recurrir una vez que se agoten los recursos dentro de tu ciudad.

• Algunas torres de bombardeo protegen las costas del campamento de la armada de Cortés y dificultan una posible invasión. Sin embargo, tanto al norte como al sur de su isla, su base cuenta con algunos puntos ciegos que sus torres no pueden proteger. Puedes desembarcar aquí algunos aldeanos para que construyan edificios militares; de esta forma evitarás tener que transportar a tus tropas a través del Texcoco.

Unidad recomendada: Guerrero jaguar de élite

Muy necesarios, sobre todo al batallar contra tus enemigos coterráneos. El árbol tecnológico azteca es bastante limitado y los guerreros águila de Tlaxcala volverán inútiles a tus monjes y arbalestas, debiéndo depender de la infantería de élite para poder enfrentarlos. Contra Cortés recomiendo recurrir más bien a los piqueros, para poder contrarrestar a su poderosa caballería.

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Sinopsis

Las invasiones árabes y bereberes por Europa parecen ser incontenibles. Carlos Martel se propone defender Tours, el último baluarte de los reinos cristianos.

Objetivos

• Impide que los musulmanes destruyan alguno de tus 3 centros urbanos.
  
• Captura las 6 carretas de mercancías de la caravana de los árabes y llévalas a la catedral de Tours.

Dificultad: Moderada



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Que sea una carnicería en las puertas de Tours
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Guía

Ante todo, entraremos a las ovejas que se encuentran en las afueras de la ciudad y las acercaremos a alguno de nuestros centros urbanos. Crearemos más aldeanos y los enviaremos a recolectar alimento: es de gran importancia el avanzar a la edad de los castillos lo antes posible. En la zona inferior del mapa, reuniremos a las tropas de Martel y las enviaremos primero al este (hasta dar con un vado) y recién luego hacia Tours. De esta forma, evitaremos encontrarnos con las torres de guardia árabes y con la caballería invasora.

Habiendo avanzado de edad, construiremos un castillo en las afueras de la ciudad; servirá principalmente para incitar a nuestros enemigos a asediarlo y debilitar así su fuerza militar. Mientras árabes y bereberes realizan improductivos ataques contra el castillo, nos concentraremos en el progreso económico. Ya en edad imperial, crearemos alabarderos en masa y los reforzaremos con algunas unidades eficaces en la destrucción de edificios.

Con un ejército consolidado marchamos hacia Poitiers. Previo a esto, invadiremos el asentamiento bereber y destruiremos sus establos y talleres de maquinaria para ultimar su producción de soldados. Cumplido este objetivo, corresponde ir a por los árabes. Destruiremos su puerta norte (el acceso oeste está protegido por un castillo que no nos daría gusto enfrentar) y enfilaremos parte de nuestras tropas hacia la esquina inferior del mapa para localizar a las carretas de mercancía. Utilizaremos al ejército restante para combatir a los soldados enemigos; así ganaremos tiempo para cubrir la retirada de la caravana, que será enviada a Tours por medio del paso más seguro.

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Tus soldados sobrevivientes tienen la obligación de cubrir la retirada de tus carretas mercantes
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Consejos

• Si no demoras el desarrollar "Matacanes" tu castillo podrá hacerle frente a toda la caballería musulmana por su cuenta. A pesar de esto, conviene guarecer algún lanzador de hachas para también poder contrarrestar a los arietes bereberes.

• Si bien el objetivo de la misión no incluye la erradicación de tus enemigos, si deberás destruir varios de sus edificios para limitar su producción militar. Crea trebuchets, petardos, arietes o incluso lanzadores de hachas para acompañar al grueso de tu ejército y facilitar esta labor.

Unidad recomendada: Alabardero

Son la pesadilla de un ejército formado casi exclusivamente por caballería. Los franceses tienen, además, múltiples mejoras para la infantería en la herrería que no debes olvidar desarrollar.

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Sinopsis

Al mando de Erik el Rojo, los vikingos se lanzan a la conquista de tierras desconocidas.

Objetivos

• Erik el Rojo debe sobrevivir.
  
• Transporta a Erik el Rojo hacia el oeste, a través del océano, hacia el nuevo mundo y establece allí una colonia.

Dificultad: Moderada



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Guía

Comenzaremos la etapa en un terreno en los cuales los recursos son muy escasos: los bosques estan muy distribuidos, apenas hay piedra y no contamos con absolutamente ninguna mina de oro. Con esta nefasta premisa, nos enfocaremos inicialmente en la recolección de madera y alimento (cazando ciervos, pescando o por medio de granjas); será necesario para la creación de más aldeanos y el desarrollo a Edad Feudal.

Luego de avanzar de edad, utilizaremos nuestro tan limitado oro en la creación de hombres de arma los cuales, previa construcción de un muelle y de barcos de transporte, serán dirigidos al sur, en donde nos encontraremos con el archipiélago inglés. Con nuestros soldados, eliminaremos su mísera resistencia y posteriormente nos centraremos únicamente en la destrucción de sus mercados: nos darán el oro suficiente para poder completar la etapa.

Al oeste se encuentra el "mar de gusanos", que destruirá nuestros barcos si pretendemos cruzar por allí. Por ello, cuando hayamos avanzado a la Edad de los Castillos, crearemos una armada de barcos dragones y los dirigiremos al norte, para destruir los muelles de Groenlandia y tomar posesión de sus costas (contribuyen a este fin la edificación de castillos y de torres de vigilancia). Con el terreno asegurado, enviaremos aldeanos por tierra hacia la costa oeste de Groenlandia, margen sobre la cual construiremos algunos muelles. Desde allí, crearemos los barcos que transportarán a Erik y a tus aldeanos al oeste, hacia el nuevo mundo. Tras desembarcar, emplazaremos inmediatamente un castillo, capaz de protegernos de todo el asedio de los nativos. Al finalizarlo, construiremos los edificios solicitados restantes para concluir así la misión.

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Consejos

• Envía a Erik y a tus berserkers iniciales a explorar por los alrededores. Su fin será cazar todos los lobos que encuentren a su paso para así brindarle una cuota más de seguridad a tus aldeanos.

• Ornlu el lobo realiza una aparición estelar en esta etapa, centrando toda su ira en la destrucción de un puesto avanzado. Recomiendo no atacarlo; su presencia en los alrededores de tu aldea no representa ninguna molestia.

• El oro en esta etapa es tan necesario como escaso. La construcción de un mercado es imperativa.

• El castillo es el edificio por excelencia para triunfar en esta etapa: sobre las costas de tu aldea, te permitirá controlar el asalto de los barcos dragones enemigos; construido en Groenlandia, garantizará el paso seguro de Erik y sus tropas hacia el oeste; en el nuevo mundo contendrá las oleadas de asedios Skraelings. Comerciando puedes obtener la piedra adicional para sus emplazamientos.

Unidad recomendada: Barco dragón

Atrapado en la edad de los castillos, no habrá mejor forma de hacerle frente a los propios barcos dragones de Groenlandia. No sólo te preocupes por sus barcos de guerra; destruye también sus muelles y barcos de transporte para evitar futuras invasiones a tu campamento.

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Sinopsis

El duque de Normandía se enfrenta en Hastings a las tropas de Harold el sajón a fin de reclamar para sí la corona de Inglaterra.

Objetivos

• Guillermo el conquistador debe sobrevivir.
  
• Conquista Inglaterra destruyendo el castillo de Harold el sajón (naranja).

Dificultad: Moderada



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Guía

Con nuestros recursos iniciales crearemos aldeanos, a los que distribuiremos en alimento y madera (el oro puede esperar y piedra casi no hay en Normandía). Centraremos la atención en crear una economía estable que nos permita avanzar a edad Imperial lo antes posible.

Cumplido lo previamente mecionado, formaremos algunos espadachines en nuestros cuarteles y los enviaremos al norte, donde enfrentaremos a algunos de los invasores de Harold. Asegurado el terreno, construiremos muelles sobre el canal y un castillo para auxiliarlos. Desde aquí crearemos brulotes para enfrentar a las galeras de guerra de la armada sajona y barcos de transporte para trasladar a los berserkers de Harald. Utilizaremos estos últimos soldados para controlar los alrededores de nuestro asentamiento (eliminando a las tropas de los invasores de Harold) y luego los embarcaremos hacia Inglaterra.

Desembarcaremos en la isla de la armada sajona, junto a los bersekers, trebuchets y algunos aldeanos. Con ellos, construiremos algunos cuarteles y, desde allí, formaremos campeones. Luego de arrasar con la base de la armada sajona (basta con destruir sus cuarteles y su centro urbano), movilizaremos nuestros trebuchets para que asedien el castillo de Harold el sajón, al tiempo en que nuestra infantería los protege del daño de los huscarles de Harold.

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Consejos

• Guillermo no tiene la obligación de pelear. Entendiendo que uno de los objetivos de la etapa implica su supervivencia, guarécelo en el castillo; mejor que se aburra en su morada a que luego debas lamentar su pérdida.

• Lanzar ataques directos contra la fortificación de Harold el sajón resulta tan improductivo como ineficiente. Asegúrate de controlar primero Normandía y luego el Canal de la Mancha antes de pensar siquiera en asediar Inglaterra.

• Una isla al sur del canal alberga oro y piedra. Puedes enviar aquí a tus aldeanos una vez que se hayan agotado los recursos en tus tierras.

Unidad recomendada: Berserker de élite

Las tropas que Harald Hardrade pone a tu servicio podrán, por si solas, asegurar tus dominios sobre Normandía y arrasar con el grueso del ejército de la armada sajona. Asediar el castillo de Harold requerirá del uso de armas de asedio, sumado a la formación de campeones adicionales que suplan a tus soldados caídos en combate.

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Sinopsis

Los turcos selyúcidas combaten al férreo ejército bizantino el cual, debilitado por disputas internas que ocurren en Constantinopla, ha dejado desprotegido grandes territorios en Anatolia.

Objetivos

• Conquista el centro urbano de Galacia y recibirás el debido tributo.
  
• Conquista el centro urbano de Pisidia y recibirás el debido tributo.
  
• Captura los centros urbanos de ciudades bizantinas y recibirás el debido tributo.
  
• Derrota al ejército bizantino.

Dificultad: Moderada



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Guía

Empiezaremos por crear arietes y algunos camellos desde la base inicial. Luego, seleccionaremos a nuestro ejército y lo enviaremos a las puertas de Capadocia, la primera ciudad a conquistar. Mientras los arietes se encargan de destruir los muros, el resto de los soldados deberán protegerlos de los daños que puedan realizarle las unidades enemigas. Avanzaremos hacia la zona marcada en el mapa, derribando toda defensa que se interponga en nuestro camino. Al llegar a la bandera, la ciudad se rendirá a nuestra merced.

La siguiente urbe a conquistar, Pisidia, cuenta con una defensa mucho mejor preparada, con mangoneles y arqueros a caballo que pueden disparar desde el interior de sus murallas. Para contrarrestar esta problemática, comandaremos a nuestros propios arqueros montados a que ataquen algún edificio enemigo, para atraer la atención de su ejército y así poder combatir en campo abierto, fuera de sus muros. Sin soldados que protejan la ciudad, destruiremos las puertas de Pisidia y tomaremos posesión de sus edificios. Tras cumplir este objetivo, podremos incluso encargarnos de los mineros sarracenos, destruyendo cuatro de sus torres de guardia (una de ellas se encuentra protegida por barrancos; crearemos un mangonel para poder arrasarla).

Para conquistar Galacia nos encargaremos primero de los hombres de armas que protegen su acceso, eliminándolos rápidamente con arqueros a caballo. Luego, crearemos seis o siete arietes para derrumbar la puerta que defiende su ciudad (tener en cuenta que está protegida por dos castillos enemigos). Con su destrucción, adentraremos sin escalas a nuestras tropas hacia la zona marcada con banderas.

Con la conquista de Galacia avanzaremos automáticamente a la edad Imperial. Acumularemos los recursos que las ciudades bizantinas entregan como tributo para emplearlos en la formación de camellos y arqueros a caballos, invirtiendo a la vez en sus respectivas mejoras (también en las de herrería). Con este ejército, al cual le sumaremos algún que otro trebuchet, marcharemos hacia la base del ejército bizantino. Posicionaremos a nuestros soldados defensivamente y dejaremos que los trebuchets sean quienes se encarguen de la destrucción de sus edificios, presentándole pelea a las catafractas bizantinas cuando se dispongan a atacarnos. El avance decantará inevitablemente en la caída de Mazinkert y en la conclusión de esta etapa.

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Consejos

• Para conquistar las ciudades enemigas necesitas acercarte a la zona marcada con banderas, nada más que eso. Por lo tanto, no pierdas tiempo en la destrucción de edificios (torres principalmente); limítate a derribar solo las puertas que se interpongan en tu camino.

• El tributo pagado por las ciudades conquistadas al comienzo de la etapa resulta bastante dispar (en lo particular, acumulaba excedente de alimento). Haz buen uso de tu mercado, ubicado en tu base inicial, para comerciar todo aquello que no necesites.

Unidades recomendadas:

Cab. pesada de arq.
Conforman el pilar desde el cual se va a apoyar tu ejército, puesto que son letales para casi todas las unidades a las que te enfrentas en esta etapa. Resultan particularmente útiles contra los piqueros bizantinos, unidades que pueden poner en jaque un asedio con caballería.

Camello con armadura
La unidad de soporte para tus arqueros montados. Pueden ayudarte a resistir un ataque masivo de catafractas y contribuyen en la destrucción de edificios (punto débil de todo arquero) al momento de asediar Manzikert.

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Sinopsis

El rey Enrique V de Inglaterra se encuentra en retirada tras el fallido asedio en Harfleur. Debe depositar toda su confianza en sus leales soldados si quiere volver a pisar su patria.

Objetivo

• El rey Enrique V debe sobrevivir.

Dificultad: Fácil



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Guía

Eliminaremos, como primera medida, a los jinetes que abandonan la fortaleza de Harfleur; luego, enfilaremos nuestras tropas hacia el norte. Al llegar a las puertas de Voyeni, utilizaremos los arietes para derribar la entrada y a los arqueros para ejecutar a todo soldado enemigo que se acerque demasiado. Al adentrarnos en la ciudad encontraremos una universidad la cual, al ser destruida, brindará una interesante bonificación a nuestros arqueros. Continuaremos hacia la derecha, atravesaremos el puente protegido por un castillo francés (puede utilizarse a los arietes para "tanquear" el daño mientras el resto de las tropas cruzan por este paso) y volveremos a dirigir a nuestro ejército hacia el norte.

Es ahora cuando debemos hacerle frente al ejército francés. Posicionaremos a los espadachines por delante, a los arqueros en segunda línea y a los monjes por detrás para enfrentar esta contienda. Ejecutados todos sus jinetes, nos apropiaremos del trebuchet (acercando a Enrique V) y lo utilizaremos para destruir el castillo y las torres allí emplazadas.

Tras cumplir con esto, enviaremos a nuestras tropas al sur, hacia el muelle marcado en el mapa. Allí nos enfrentaremos a más jinetes franceses. Los combatiremos con nuestros espadachines y arqueros al tiempo en que trasladaremos a Enrique V al barco de transporte que lo está esperando. Cruzaremos el canal de la mancha y desembarcaremos en la zona marcada con banderas para finalizar la etapa.

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Destruye la universidad de Voyeni para recibir una bonificación de +1 en el daño de tus arqueros de tiro largo.
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Consejos

• Moviliza a tus unidades siempre juntas y aprovecha el poder de tus monjes para curar a tus soldados antes de afrontar un nuevo combate.

• El rey Enrique V es un estupendo soldado con una formidable armadura; no es un héroe que necesite permanecer apartado. Retíralo de combate sólo cuando veas que sus puntos de salud alcanzan un estado crítico.

Unidad clave: Arq. tiro largo élite

Tal como lo dicta la historia, la diferencia en Agincourt la hacen estos letales arqueros con arco de tejo. Su debilidad radica en sus muy limitados puntos de salud, así que mantenlos siempre en segunda línea, abusándote de su irrisorio rango de disparo.

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Sinopsis

La "Liga Santa", compuesta por España y Venecia, enfrenta a la armada naval otomana en las aguas del Mediterraneo a fin de detener su expansión por nuevos territorios.

Objetivo

• Completa y defiende la maravilla de la armada turca durante 200 años.

Dificultad: Fácil



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Guía

Enviaremos a todos nuestros aldeanos a construir la maravilla. En el centro urbano al norte, utilizaremos el alimento para crear más aldeanos, a los cuales enviaremos a talar. Mientras está en proceso esta labor, crearemos desde los muelles brulotes rápidos y los anexaremos a nuestra armada naval. No movilizaremos, de momento, a nuestros buques de demolición: se encuentran en la posición perfecta para contrarrestar el primer desembarco otomano. Contener el primer asedio naval no debería ser difícil para los brulotes rápido y, si destruimos su primera oleada de transportes antes de que toquen tierra (son cuatro), tampoco nos tendremos que preocupar de sus jenízaros ni de sus cañones.

Tras finalizar la construcción de la maravilla, los transportes turcos buscarán desembarcar en la orilla norte de la isla, siendo menos peligrosos pero más difíciles de contener. No hay que desesperar si el ejército otomano toca tierra; les permitiremos que destruyan los edificios al norte de nuestra fortificación. En caso de que se empiecen a acercarse a la maravilla, utilizaremos los onagros para repeler la avanzada. Para disminuir su número de tropas, podremos incluso detonar buques de demolición cerca de la orilla para así eliminar a todo enemigo que se encuentre en los alrededores.

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Consejos

• Juega lo más defensivamente posible. Ya que la misión solo demanda que logres hacer pasar el tiempo, no propongas ningún tipo de asedio contra el asentamiento enemigo.

• Un desembarco turco a orillas de tu maravilla (la zona que no está protegida por barrancos ni muralla) es sentencia de muerte. Por ello, mantén siempre este flanco débil custodiado por buques de demolición.

• La aldea griega nos ofrecerá brindarnos su ayuda si le pagamos 800 monedas de oro. Es un trato que se acepta de buen gusto: la madera y el oro que a posterior nos pagarán como tributo superan ampliamente nuestro propio tributo inicial.

Unidades recomendadas:

Brulote rápido
La unidad por excelencia en combates navales. Créalos en cantidad para controlar a las galeras y galeones artillados otomanos.


Buque de demolición pesado
Si de hundir barcos de transporte se trata, los buques de demolición pesado cumplen impecablemente con esta labor. Posiciónalos en las costas de tu isla y destruye a los transportes enemigos cuando aún se encuentran el mar para acabar así también con su tripulación.

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Sinopsis

Hideyoshi marcha con un ejército hacia Kioto para demandar la liberación de su señor Nobunaga. Si sus enemigos no acceden, deberán atenerse a las consecuencias.

Objetivo

• Tu señor, Nobunaga, está atrapado en Kioto. Debes rescatarlo para restaurar su honor.

Dificultad: Moderada



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Combate por tierra con arbalestas y armas de asedio
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Guía

Se ha dictaminado la ejecución del señor Nobunaga. No podemos hacer nada para salvarlo, pero si para vengar su muerte. Desembarcarán nuestras tropas en las orillas de Osaka y un par de saboteadores abrirán la muralla. Ingresaremos con nuestros soldados a la ciudad y los dirigiremos al oeste: allí encontraremos algunos cañones. Los utilizaremos para destruir la puerta norte de Osaka; luego, avanzaremos para tomar posesión de su centro urbano.

Crearemos aldeanos en cantidad. Con una economía estable, comenzaremos la formación de arbalestas. Al reunir un buen número de estos arqueros los enviaremos, junto a nuestros cañones de asedio, al oeste, cruzando un vado, en donde encontraremos la aldea de Hyogo. Utilizaremos los cañones para destruir sus edificios principales (castillo, centro urbano, cuarteles, galería de tiro) y a las arbalestas para protegerlos del daño de los soldados enemigos. Eliminaremos también a sus aldeanos para evitar que puedan reconstruir.

Para este punto, puede que Kioto ya haya reunido todas las reliquias. Si este es el caso, seleccionaremos algunos aldeanos y los dirigiremos al norte de Osaka, en donde divisaremos un río. Construiremos allí muelles y un castillo para protegerlos. Desde los astilleros crearemos barcos de transporte y subiremos a los mismos a las arbalestas y cañones. Los trasladaremos a las cercanías del monasterio de Kioto, el cual destruiremos con nuestras armas de asedio (puede ser desde la posición marcada en la imagen previa). Con esto suprimiremos la cuenta regresiva de victoria por reliquias.

Ahora nos preocuparemos por sus castillos. Dos de ellos se encuentran muy cerca del río, vulnerables ante ataques de galeones artillados. Crearemos, entonces, algunos de estos barcos y los respaldaremos con brulotes rápidos para defenderlos de todo ataque de la guardia naval japonesa. El tercer castillo se encuentra alejado del río y su destrucción requerirá de un asedio por tierra. Utilizaremos la misma combinación de arqueros y armas de asedio implementada previamente (se puede incluso utilizar a los mismos soldados que desembarcamos inicialmente para destruir el monasterio enemigo). Con el último castillo de Kioto en ruinas, la etapa estará concluida.

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Batalla por mar con brulotes y galeones artillados
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Consejos

• Osaka tiene muros muy prolijamente construidos que te pueden servir de protección una vez que tomes posesión de la ciudad. Destruye sólo sus puertas y reemplázalas por puertas propias para convertir a tu campamento en una ciudadela invulnerable casi sin ningún tipo de esfuerzo.

• Hyogo no es un enemigo de enorme potencial, pero en su territorio alberga recursos que pueden resultarte útiles una vez que avance la etapa. Su destrucción es necesaria.

• Cuida mucho a tus cañones de asedio iniciales; son un arma muy poderosa y los japoneses no pueden crearlos por su cuenta.

• No pierdas nunca de vista a los monjes de Kioto: recuerda que pueden convertirte tus galeones artillados a la distancia.

Unidades recomendadas:

Arbalesta
Los ejércitos enemigos cuentan en su mayoría con infantería, que caen fácilmente ante los disparos de los arbalesta (también es redituable el usar caballería pesada de arqueros). En los ataques por tierra, utilízalos para mantener a raya a las unidades enemigas de tus armas de asedio.

Galeón artillado de élite
Dos de los tres castillos de Kioto se encuentran a rango de disparo de tus galeones artillados; sería negligente el no utilizarlos. Recuerda que debes respaldarlos con brulotes ya que no pueden protegerse por su cuenta de la armada naval enemiga.

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Sinopsis

Un Japón unificado inicia su plan de expansión por continente. En el estrecho de Noryang aguarda la resistencia coreana que, aliados con la dinastía Ming, intentarán con vigor que ningún samurai pueda poner un pie sobre sus tierras.

Objetivos

• OPCIONAL: Impide que los japoneses destruyan la maravilla coreana.
  
• Defiende Corea de los japoneses.

Dificultad: Fácil



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Guía

Como primera medida, enviaremos a nuestros barcos de guerra a proteger a la maravilla, que está siendo asediada por la armada japonesa. Solventado este contratiempo, utilizaremos el alimento para crear más aldeanos (que serán enviados a la madera, recurso de escencial prioridad) y construiremos algunos brulotes para defendernos de los inminentes asaltos enemigos. Entre tanto, enviaremos a una unidad de caballería al norte, siguiendo el camino, hasta dar con un pequeño destacamento de los invasores japoneses: allí encontraremos un barco de transporte. Subiremos al mismo a nuestro explorador y lo desembarcaremos en la costa enfrente. Debemos encauzarlo al sur para descubrir el arma secreta del almirante Yi: sus resistentes barcos tortuga.

Con este navío dentro del arbol tecnológico coreano todo se simplifica. Utilizaremos la madera y el oro disponibles para crear más barcos tortugas y algunos galeones artillados. Luego de consolidar nuestra armada, es hora de enviarla a las costas japonesas, ubicadas al este en el mapa. Mientras los galeones artillados destruyen los muelles japoneses (o sus torres, o sus castillos, o cualquier edificio que estorbe en su camino) los barcos tortuga deben mantener posición para cuidar a nuestros barcos de asedio de la propia armada japonesa. Tras destruir su segundo o tercer muelle, el control del mar ya será completamente nuestro; solo restará destruir los astilleros restantes para concluir la etapa.

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Consejos

• Los invasores japoneses (violeta) se encuentran muy cerca, al norte, pero no son un enemigo a temer. Por lo tanto, no gastes recursos en asignarle a tu maravilla un amparo mayor del que requiere. Tus torres iniciales deberían ser más que suficientes para resguardar a este edificio durante el transcurso de esta misión.

• Es mucho más simple y efectivo el asediar a los japoneses por mar que por tierra; por eso, asígnale al ejército chino sólo funciones defensivas. Transpórtalos hacia tu ciudad para que sean la resistencia de una potencial invasión samurai.

• Si no puedes localizar a los muelles enemigos, sigue el recorrido de sus pesqueros. Eventualmente deberán depositar el alimento recogido y serán guías para tus barcos.

Unidades recomendadas:

Barco tortuga de élite
El arma secreta del almirante Yi es excelente en combates a corta distancia y resiste muy bien el asedio de los galeones y los buques de demolición japoneses. Una vez que los hayas desbloqueado, son tu llave maestra para dominar el mar.

Galeón artillado
Siempre son útiles cuando se requiere destruir edificios desde el mar. Los japoneses protegen sus costas con castillos y torres de bombardeo; algo terriblemente dañino para el grueso de tu fuerza naval y a la vez insignificante para estos barcos de asedio.